ORDEN DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN

 

La primera orden que fue levantada con este nombre lo hicieron unas personas piadosas que, viendo que la mayor parte de los peregrinos que se dirigían a Jerusalén llegaban enfermos a consecuencia de las grandes fatigas del largo viaje y de extremado clima de aquellas tierras, edificaron un hospital bajo la advocación de san Cosme y san Damián con el objeto de aliviar dolencias y curar enfermedades.

 

Esta orden fue llamada de san Cosme y san Damián en recuerdo de estos dos hermanos que fueron santos y los primeros en la historia de la medicina que trasplantaron una pierna milagrosamente a un paciente que la había perdido. En aquellos tiempos se consideraba a Dios como el único ser capaz de curar milagrosamente a través de los hombres santos. Por esta razón, desde el siglo II en adelante los cristianos empezaron a venerar a sus mártires, y, poco tiempo después, comienzan a surgir las primeras leyendas de curaciones obradas por la mediación de los santos, y las primeras peregrinaciones a tierra Santa para encontrarse con el mejor hacedor de curaciones: el sepulcro de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Cuando el Imperio Romano adoptó el cristianismo, comenzaron a difundirse las primeras imágenes de santos por medio de iconos o representaciones en códices, que se convirtieron en objetos de culto y veneración, alcanzando este culto su apogeo durante la Edad Media.

 

En el siglo V, desde la ciudad de Bizancio, se inicio el culto a los santos san Cosme y san Danián, que fueron enseguida proclamados patrones de médicos y farmacéuticos.

 

Según la leyenda, Cosme y Damián, eran dos hermanos gemelos nacidos en Cilicia, una región al suroeste de Turquía, que ponían su ciencia al servicio de los enfermos sin cobrarle nada por ello. Murieron mártires bajo el emperador Diocleciano, en el año 303, acusados de convertir a muchos de sus pacientes a la fe cristiana.

 

Unos años más tarde, el Papa Juan XX, considerando los numerosos beneficios que resultaba a los cristianos el celo y la piedad que ponían en su oficio estas personas, cuyos individuos además de ejercer la sanidad se dedicaban a practicar también las buenas obras, fundo en el año del Señor de 1312 una orden religiosa, militar y hospitalaria, e impuso a sus caballeros la regla de san Basilio.

 

Esta orden subsistió hasta que los árabes se apoderaron de Siria.