ORDEN DE SAN ESTEBAN
Cosme de Médicis, primer gran-duque de Toscana, fué el fundador de esta orden ilustre, que instituyó en Pisa bajo la regla de San .Benito, en conmemoracion de la victoria que ganó contra el mariscal Strozzi en 2 de agosto de 1554, el mismo dia de san Estévan, papa y mártir, cuya victoria le aseguró la soberanía de la Toscana. El sitio de la órden ,cuya institucion y estatutos fueron aprobados por el pontífice Pio IV, es Pisa; en donde el gran duque Cosme hizo construir dos espléndidos palacios y una magnífica iglesia, que sus sucesores se han esmerado en embellecer. El objeto de su fundacion fué la defensa de la fe católica y la destruccion de los piratas que infestaban el Mediterráneo, y causaban la ruina del comercio marítimo de la Toscana.
Desde el año 1563 los caballeros empezaron á ir armados en corso por mar, y bien pronto reportaron las mas brillantes ventajas sobre la marina turca y sobre las galeras de Rodas.
En 1565 ayudaron á los españoles á la toma de la fortaleza de Pignon: en 1566 acudieron al socorro de Malta, que estaba sitiada por los turcos; en 1571 armaron doce galeras, con las cuales tuvieron una parte muy gloriosa en la famosa batalla de Lepanto.
De 1582 á 1604, bajo el reinado de Francisco de Médicis, sucesor de Cosme, los caballeros de San Estévan hicieron una guerra activa y á muerte contra las potencias berberiscas, á las cuales tomaron algunas plazas importantes. Fernando I , que heredó los Estados de su hermano Francisco, reforzó la escuadra de los caballeros con ocho galeras y seis galeotes. En 1607 saquearon la fortaleza de Bona, en África. Los reinados de Cosme II y de Fernando II no fueron menos fecundos en resultados marítimos por los bravos é intrépidos caballeros de San Estévan.
La última espedicion fué en Venecia, contra los turcos, en 1684. Se calcula que durante el tiempo que existió la órden de San Estévan, libertaron sus caballeros mas de seis mil cristianos que gemian en la esclavitud ; y en los muchísimos encuentros que tuvieron con los moros, pasan de quince mil los prisioneros que les hicieron.
Cosme de Médicis dió á los catialleros de la órden las mismas insignias y traje militar, salvo los colores , que los de San Juan de Jerusalen ; y con la diferencia en la regla que los de San Estévan podian contraer matrimonio y poseer bienes y otros beneficios, además de los de la órden. La órden noble y militar de San Estévan fué restablecida por S. A. I. y R. el gran-duque Fernando III, en 22 diciembre de 1817. Actualmente está dividida en cuatro clases: comendadores-priores, comendadores-bailios, simples comendadores y caballeros de justicia.
Todo noble toscano ó estranjero que profese la religion católica y presente pruebas rigorosas y por actos auténticos de ocho cuarteles de nobleza , y además justifique una renta de 2,000 francos, puede solicitar la admision en la órden, como á caballero de justicia.
Los comendadores de gracia, cuyo sueldo ó gratificacion se paga de los fondos de laórden, son nombrados por el gran-duque; pero las encomiendas de patronato, qüe constituyen un verdadero mayorazgo inalienable , hereditario y trasmisible hasta á las ramas colaterales, pueden ser fundadas, como las de San Juan de Jerusalen, por los toscanos ó estranjeros.
Para el título de prior gran-cruz, mediante una donacion en especie, ó en dinero, de 120,000 francos : para el título de bailio, una donacion de 90,000 francos ; y ara el de simple comendador 60,000.
Estas encomiendas de patronato, que confieren á sus titulares todas las prerogativas atribuidas al título y grado bajo los cuales están fundadas , entre otras el derecho de usar la cruz, la placa, y el magnífico traje de uniforme, son inalienables y hereditarias en las familias , y pueden ser trasmitidas por sustitucion, segun la designa del último poseedor, una y dos veces, en defecto de hijo varon, á dos otras familias que no sean de la del titular; y en caso de no haber hijo varon en la tercera familia, queda la encomienda y la renta ea favor de la orden.
La cruz es de oro, de cuatro brazos, con ocho puntas, esmaltada de encarnado , anglesada de flores de lis, y surmontada de una corona real, pendiente de una cinta de moaré encarnada. La placa es igual, pero sin corona.
Los grandes-cruces llevan la cruz en el estremo de una banda mas ancha que la cinta, pero del propio color. Los bailios y los comendadores, sobre el pecho, puesta en sotuer. Los caballeros en el primer ojal de la izquierda. Todas las clases llevan la placa en el propio costado.
El gran traje procesional y de capítulo es un manto largo de camelote blanco, forrado de seda encarnada. Solo el gran maestre lleva todo el traje de seda.
Hubo tambien religiosas en esta orden, que seguían la regla de San Benito.